Qué fácil es ser hombre
Hará uno o dos meses una amiga me estaba contando que había tenido un ligue de una noche y que, en el calor de la refriega (nunca mejor dicho) y a falta de otro sitio cercano mejor, habían tenido su sesión sexual en unas escaleras de servicio en un centro comercial. Se pasaron allí más de una hora... Y al irse se quedó petrificada al darse cuenta de que a pocos metros había una cámara de seguridad que además apuntaba justo hacia el lugar donde habían estado montando su "numerito". Mi amiga estaba muy molesta por el asunto, y yo le dije: "¿pero a ti qué más te da? Le has alegrado la noche a algún pobre guardia de seguridad que pasa las noches muerto de sueño por cuatro perras, y a ti no te perjudica en nada". Ella decía que aún así no le hacía ninguna gracia que ningún "asqueroso" se calentara viéndola a ella, y por más que yo le insistía en que asqueroso o no el caso es que allí había una persona que se beneficiaba y otra que no se perjudicaba con lo que el balance global del asunto era positivo, no nos pusimos de acuerdo. Incluso aunque el tipo subiera su vídeo a alguna web porno de Internet, con los millones y millones de páginas, vídeos, fotos y demás material que hay por ahí la posibilidad de que alguien conocido descubriera que era ella -a pesar de la poca luz y demás- eran microscópicas; y con ese vídeo ella estaría contribuyendo a que muchos frikis solteros obesos cuarentones no-independizados tuvieran un momento de fantasía e imaginación placenteras. A ella parece que mi razonamiento la terminó de cabrear imaginándose a todos esos tipos babeando frente a la pantalla, pero yo lo veía como una gran acción de caridad para la humanidad.
Como es normal, más tarde en la conversación acabó saliendo lo de que si los hombres somos tan bobos que perdemos la cabeza "por unas tetas, y aunque ni siquiera estén bien puestas"; recuerden que ya les conté que esa es nuestra debilidad y muchas mujeres más que quejarse deberían dar las gracias a la Naturaleza todas las mañanas porque gracias a eso no se morirán solas, pero el caso es que yo volví a llevar el argumento a mi favor: "si yo supiera que tengo una cosa que sin trabajar, sin esforzarme, sin hacer nada especial, solo enseñándola o ni siquiera eso (insinuándola nada más) puedo alegrarle la vida durante un momento al 50% de la humanidad sin que a mí me perjudique en nada, iría en pelotas todo el día por la calle". De hecho ya una vez me pasó cuando vivía con una novia que tuve, yo iba siempre desnudo por la casa y ella me dijo un día que había pillado dos veces a una de las viejillas que teníamos como vecina mirando por entre sus cortinas; mi respuesta fue: "pues nada, si le gusta ¡que lo disfrute!". Qué fácil es ser hombre...
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