El placer de comer sano


La semana pasada estaba hablando con un amigo que estaba empezando una dieta para sacarse el flotador de encima, y me contaba que está a base de lechuguita, zumos y cosas así; yo no le dije nada, pero pensé que (como casi todo el mundo) este no va a durar mucho con el sacrificio y acabará dándose un atracón y volviendo a alimentar las chichas.

Hace un rato he llegado del gimnasio y he almorzado esto que ven aquí: la foto engaña el tamaño, pero a la izquierda hay un platazo de potaje de lentejas con garbanzos (que ahí no se ven pero están) y un superbocata de pan de centeno con pimientos rellenos de bacalao cocinados al vapor. Antes, por la mañana, he desayunado un cuarto de kilo de muesli de frutas con leche desnatada y cacao mas dos tostadas con aceite de oliva virgen extra y tomate, champiñones crudos, ajo y orégano. Súmenle un platano a media mañana y háganse a la idea de que todavía me queda la otra mitad del día, y calculen...

Olvídense de sufrir pasando hambre, limitar su alimentación y vivir obsesionados: intenten prescindir en lo posible de la basura, el alcohol y sobre todo los refrescos y disfruten de productos sanos, coman lo que necesiten adecuándose a su vida y su actividad y no más ni menos, hagan todo el deporte que puedan intentando que sea algo que les haga sentir bien y les divierta, y verán que con el tiempo se sentirán más vivos, más jóvenes y más fuertes, y su calidad de vida mejorará mucho. Yo estoy cada día mejor y cuanto más ejercicio hago más me parece que todavía podría hacer, tengo un aspecto muy atlético y eso que como lo que me da la gana dentro de lo que sé que es bueno para mí; mi recomendación no es de oídas sino porque lo vivo yo cada día, cuídense y respeten su cuerpo y verán que cada día que pase les compensará más.