Mi primer retrato

¿Se acuerdan de que hace mes y pico les hablé de un curso de dibujo que acababa de empezar? Durante este tiempo no he podido dedicarle mucho, la verdad (un par de horas a la semana como máximo), pero no lo he dejado y, como ya saben que soy un freak disciplinado, aunque fuera salteando un cuarto de hora por aquí y media hora por allá sí que he seguido con ello. Pues bien, por fin he llegado al punto de empezar a aplicar lo que he ido aprendiendo con el primer ejercicio (retrato de perfil): aquí tienen el original...


... Y esto es lo que he hecho yo. El escáner no me funciona como es debido así que le he tenido que sacar una foto cutresalchichera con el móvil, pero más o menos la idea se ve:


Realmente mis condiciones no han sido las que pedían en el libro: decían que había que tener concentración absoluta y sin distracciones durante un par de horas, sin escuchar voces humanas (para evitar que el lado izquierdo del cerebro contaminara el trabajo, lo que les conté en su momento) y varias cosas más... Y yo he tenido que hacer el dibujo en tres días a ratos salpicados cuando buenamente he podido, con el teléfono interrumpiéndome varias veces, escuchando conversaciones y ruidos por todas partes y calculando siempre el tiempo que me quedaba pensando en las ocupaciones que tenía después. Con todo, olvidándose de los fallos y centrándose en lo que es el progreso conseguido, ¿qué significa el dibujo que les acabo de enseñar? Yo creo que está claro, el método que les recomendé funciona de verdad.

Lo que les quería decir con todo esto: si yo, que ya les he repetido mil veces que siempre me he considerado un absoluto negado para dibujar, en menos de dos meses y en condiciones muy desfavorables he sido capaz de pasar de cero a ver mi primer dibujo en serio y creerme que al final de verdad va a ser posible que un día consiga mi viejo sueño, cualquiera puede conseguir lo que se proponga simplemente teniendo fe en sí mismo y echándole disciplina y paciencia. ¡Persigan sus metas y jamás se rindan!