Link para ver el vídeo
Esta superbelleza se llama Gastón y esta tarde he pasado unas deliciosas horas no solo con él sino en total con 4 perros y ¡34 gatos! en una de las casas de acogida de la asociación Adopta un amigo en Gran Canaria de las que les he hablado varias veces (estoy estos días muy ocupado con un proyecto en el que estoy trabajando con ellos, la próxima semana les haré un anuncio al respecto). He vuelto a casa apestando a bicho y lleno de pelos, y con una felicidad y un calor en el corazón increíbles.
Gastón en concreto es un mimoso de cuidado, te persigue para que lo tengas en brazos y se te sube una y otra vez buscando y dando cariño; pero no es ni mucho menos el único, no he parado de rascar y acariciar perros y gatos en toda la tarde. Mirabas a un lado y había dos bebés jugando, sobre los armarios de la cocina asomaban dos orejas que eran de otro gato que solo tiene tres patas pero le da igual para subirse a todas partes, por el pasillo se arrastraba otro al que solo le funcionan las de delante pero que igual no para de divertirse con sus hermanos, uno de los perros te traía la pelota todo el rato para que se la tiraras, una gata negra de mirada misteriosa parecía asustada al principio pero al rato se te frotaba entre las piernas... Sobredosis de amor y cariño incondicionales, no existe nada en el Universo ni remotamente comparable a esta sensación.
Con la cantidad de gente infeliz, sola, insatisfecha, afectivamente discapacitada y necesitada de calor, no puedo entender cómo es posible que estos bichos estén abandonados. De verdad, no me cabe en la cabeza. ¿En serio la gente prefiere pasarse horas viendo la tele con un hilo de baba saliéndole de la boca a dar un paseo con su perro (o mejor dos pequeños, así se entretienen entre ellos todo el día) haciendo ejercicio y respirando aire fresco? ¿En serio te parece que dan mucho trabajo, cuando puedes buscarte un gato que tenga carácter huidizo y no te va a dar más ocupaciones que ponerle la comida y medio minuto al día de limpiarle la arena? ¿En serio hay quien se queja de que nadie le quiere porque es feo, o gordo, o tonto, o lo que sea? A tu mascota le importa un pimiento cómo seas, te querrá para siempre de todas formas.
Jóvenes, viejos, activos, tranquilos, bonitos, feos, con cuatro patas, con tres, con dos ojos, con uno, sanos, enfermos, llenos de cicatrices... ¿Qué más da? Yo hoy he disfrutado como un loco con bichos en condiciones buenísimas o malísimas porque todos tenían un inmenso cariño que ofrecer que es lo único que a fin de cuentas importa. Amor a cambio de un plato de comida, no hay mejor negocio. ¡Adopta!