Gracias, gente de Twitter

Estoy pasando la semana más dura que recuerdo: llevo ya tres combinando mis tres trabajos con además los estudios en los que voy a por todas (y por supuesto el deporte, prefiero morirme que dejarlo). Voy a todas partes como un fantasma y estoy tan agotado que me cuesta incluso concentrarme, tengo desde hace meses una lesión en el hombro que estaba relativamente controlada pero que ahora con tanto castigo y la falta de descanso se me ha agravado (de día el dolor no me deja pensar y de noche no me deja dormir, la verdad es que me tiene frito), y los únicos momentos de ocio que me permito, por ejemplo compartiendo cosas con ustedes en el blog, los tengo sobre todo porque el agotamiento me obliga y para mantener mi salud mental. Me mantiene en pie mi disciplina, esa voz en mi cabeza que nunca se calla y que me repite constantemente "ánimo, sigue adelante, jamás te rindas, lo conseguirás" y sobre todo saber que de aquí a un par de semanas sabré algo más de mi futuro profesional y podré empezar a tomar decisiones.

Debería estar hace un rato en la cama, pero antes he estado hablando con un amigo de unas sorpresitas que tengo en el horno para la comunidad de lectores de Mandelrot y que si todo va bien saldrán a medio plazo; y al acabar la conversación y ya enfilando la almohada me ha llegado un mensaje de otra amiga que me contaba que le había llegado una mención al blog por Twitter.

Yo no uso Twitter y no tengo ni idea de cómo va (por la red suelo encontrar referencias a publicaciones de tuiteros pero siempre me llegan de rebote), y simplemente tengo un bot programado para que todo lo que publique salga también por allí porque sé que hay mucha gente a la que le resulta cómodo suscribirse por ese medio igual que pasa con Facebook. Pero gracias a mi amiga acabo de descubrir que nuestra comunidad tiene rincones que yo no conocía...








Me voy a la cama tan muerto como antes pero además mucho más feliz, y sobre todo flipando en colores. Muchas gracias, amigos.