Cómo irse de los sitios, segunda parte

(Link a la primera, para refrescarles la memoria y que tengan el contexto).

Esta tarde recibí la llamada de teléfono de mi antiguo jefe en la multinacional en la que estuve el mes de prueba y donde al final no me quedé. Me dijo que habían estado estudiando el asunto, que habían tenido a otra gente, pero que al final habían decidido que preferían quedarse conmigo si aún seguía estando interesado en el puesto.

A mí la cosa me pilló totalmente en fuera de juego porque estoy con mis otros dos trabajos, el final del curso, los estudios supermegainteresantes que necesito para el proyecto, y la preparación de este para -según mis previsiones hasta hoy- empezarlo en tres semanas. Después de la sorpresa inicial le dije que me seguía interesando por supuesto, pero que tenía algunos problemas para encajar este nuevo plan con los compromisos que había adquirido para el futuro cercano; me dijo que no había problema, buscaríamos alguna solución para ver cómo podíamos arreglar lo que hiciera falta para que yo pudiera volver.

Me dejó clarísimo que, aunque tenían otras opciones que me daban mil vueltas en currículum y experiencia, lo que les había hecho cambiar de idea y finalmente decantarse por mi opción había sido el tipo de persona que había demostrado ser. "Mira, por ejemplo tenemos como posibilidad también a un chico que tiene nivel de estudios de ingeniería y máster, pero incluso comparado con él tú has resultado mejor". Yo en parte estaba flipando en colores, como es normal, porque no es habitual escuchar estas cosas de un tipo que te llama a tu casa desde una multinacional ultramegafamosa en todo el planeta cuando no eres más que un estudiante; pero por otro lado entiendo perfectamente a qué se refiere porque yo también he sido jefe. La alta cualificación es importantísima y en muchos casos fundamental, pero hay otras características que también tienen valor.

Hay dos cosas que están clarísimas. La primera es que si han probado perfiles mucho más preparados que el mío es por algo, y además por la conversación me ha dado la impresión de que a partir de ahora va a haber unas circunstancias nuevas y que me va a tocar enfrentarme a un nivel de exigencia más alto que antes. Seguramente para la empresa soy la opción menos mala: habrán tenido que elegir entre gente preparada pero a la que le faltaban las cualidades personales (opción de presente), y yo que evidentemente no tengo la preparación que va a hacer falta pero que personalmente les parezco más fiable (opción de futuro).

Lo que les quiero decir con todo esto, partiendo del post anterior, es que hay cosas que se pueden aprender en una escuela o un tutorial, y cosas que no. No hay nada más importante que la integridad: ser honrado contigo mismo, esforzarte en lo que haces y tomarse en serio las cosas, ser el tipo de persona del que tú te querrías rodear (aplicado al trabajo, ser el tipo de empleado que a ti mismo te gustaría contratar). La llamada de hoy no cambia nada, mi manera de pensar no depende de que otros me quieran contratar o elijan a otro: yo tengo que ser lo mejor que pueda hacia mí mismo independientemente de lo que hagan los demás. Y en la vida la suerte influye en muchas circunstancias, pero a largo plazo si eres una persona correcta y tomas decisiones adecuadas será más probable que tengas éxito que si eres una persona incorrecta y tomas decisiones erróneas. Veremos si me quedo en este trabajo o no, si mi esfuerzo acaba siendo suficiente o si al final la realidad me cierra de nuevo la puerta; pero todo esto no influye absolutamente para nada en el tipo de persona que soy y el tipo de persona que quiero ser.