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La verdad es que a Rusia no se le puede negar su mérito: un país que es una potencia mundial a pesar de tener solo el PIB de Italia (si yo fuera italiano tendría algo en que pensar); con una economía basada simplemente en hacer agujeros en el suelo; un clima de su puta madre casi todo el año; problemas importantes de todo tipo -por ejemplo de infraestructuras- debidos a su enorme extensión y la dispersión de su población; una presión política internacional brutal que en su momento descuartizó a la nación y que hoy, simplemente para que los americanos vendan más armas, se han inventado que sigue siendo un peligro mundial y entre otras cosas limita sus posibilidades comerciales; un idioma bastante difícil y totalmente distinto al de sus potenciales socios y que por tanto es una dificultad más para que las empresas, sobre todo las pequeñas y medianas, hagan negocios y creen riqueza; y luego ya para rematar otras enfermedades internas como por ejemplo la actuación de algunas mafias.
A su favor tienen una cohesión social de orgullo y sentimiento nacionales sorprendentente alta, una población que ha pasado por todo tipo de calamidades y catástrofes y siempre ha demostrado ser la más dura del mundo, un sistema político que les ha protegido (irónicamente si fuera una democracia de verdad ya la nación estaría trizas, la dictadura tiene al menos esa ventaja rocosa), y un presidente que te podrá gustar más o menos pero que es extremadamente inteligente, tiene clarísimo lo que quiere, le da igual ser políticamente correcto y no se arredra ante nadie. La verdad es que en esto último si eres español y miras a tu Gobierno se te cae la cara de vergüenza por comparación.
Lo más cerca que he estado de Rusia es haber estudiado un poco de su idioma, haber salido con dos chicas de allí y haberme llevado las manos a la cabeza con los vídeos de rusos pirados que hay en YouTube. Desde la distancia y el desconocimiento me parece que debe ser un país absolutamente maravilloso para visitar pero un asco para quedarse a vivir, con una cultura espectacularmente rica y a la vez una calidad de vida de mierda salvo que seas de la clase adinerada. Una de mis profesoras de ruso (se había venido a vivir a España por amor) nos contó una vez que en lo positivo lo que más notaba de vivir aquí era la relajación con la que ibas por la calle: la agresividad es cero, tienes la sensación de que es imposible que te pase algo malo y no tienes que estar a la defensiva con nadie porque sería muy raro que tuvieras algún tipo de enfrentamiento. Eso y el clima, claro: 35 grados más en invierno también son argumento para mudarse de San Petersburgo a Maspalomas.
