Otoño


Otra maravilla de La fortuna de vivir. Hace unos días estuve en Madrid por un viaje relámpago de trabajo (me han metido en un proyecto global de la empresa y la cosa tiene pinta de que me van a tener del tingo al tango una temporada) y me encantó ver que ya las calles estaban llenas de hojas marrones; en Canarias no disfrutamos tan comúnmente de estas cosas, es la parte menos positiva de vivir en las islas de la eterna primavera.