La telaraña

Ya de paso y sin que tenga que ver, algo como esto es lo que suele pasar cuando pones a un arquitecto a diseñar un entorno profesional sobre el que no tiene ni la más remota idea de cómo se trabaja y qué hace falta para que las cosas se hagan bien. Luego cuando empiezan a llegar las quejas de los clientes el tipo ya ha cobrado y se ha largado a destrozar otro sitio, y encima pondrá el tuyo en su currículum.