Utopía (1): el modelo de Estado

(Foto de Ashkan Forouzani en Unsplash)


Un monopolio es, simplificando, cuando el acceso a un recurso pasa por una sola fuente; y un oligopolio vendría a ser cuando ese acceso está limitado no a una sino a pocas fuentes. Cuando hay una cosa que todo el mundo tiene que usar y solo hay un tipo que la puede ofrecer ese tipo tiene la sartén por el mango y todo el mundo tiene que tragar con lo que él quiera imponer (la situación le beneficia a él y perjudica a los consumidores); en el caso de los oligopolios, aunque haya un poquito de competencia, al ser pequeño el grupo de los oligopolistas al final el consumidor tiene que tragar porque no hay mercado libre real. Así que, en resumen, a los consumidores nos interesa que haya mucha competencia y mucha variedad en quienes nos ofrecen los bienes y servicios, mientras que si fuera por ellos reducirían la oferta todo lo que pudieran para obligarnos a tragar sin poder elegir.

Una dictadura (de un caudillo, de un "partido del proletariado" o de lo que sea) es cuando hay un tipo, o un grupo organizado de tipos, que nos obligan a todos los ciudadanos a tragar con su oferta única porque se supone que "saben lo que nos conviene". Pueden disponer de nuestras vidas como les dé la gana y a los que estamos por debajo solo nos queda cruzar los dedos para que por lo menos acierten. Es la situación ideal para los tipos que tienen el monopolio del poder desde el despacho, y la peor para los ciudadanos; por eso todas las dictaduras intentan ilegalizar a la oposición, y es lógico.

Una democracia centralizada sería teóricamente un sistema algo más libre, pero ¿cuánto más? ¿Hay mucha competencia y los ciudadanos, en la práctica de verdad, tienen muchísimas alternativas para elegir? Evidentemente no. Al final lo que demuestra el mundo real es que siempre hay un grupo pequeño de partidos o posibles Gobiernos, que en algunos países son dos y en otros unos cuantos más (pero vamos, se cuentan con los dedos de las manos). Un oligopolio de manual, vamos. Sí pueden aparecer alternativas nuevas y a veces (pocas) ocurre, pero desde luego las elecciones reales posibles son limitadas.

Pero bueno, se puede "votar con los pies": si las alternativas en tu país no te gustan puedes emigrar, ¿verdad? Primero, eso no es tan fácil porque hay barreras políticas o legales, económicas, idiomáticas, culturales, sociales, etc; estás en una cárcel oligopolística que tiene unos muros altos, así que o eres de la fracción de la población que puede escapar o tragas con lo que hay. Y segundo, en las otras prisiones también hay oligopolios particulares que hacen lo que quieren; si en tu cárcel no te gusta lo que hace tu alcaide en el mejor de los casos, y con un coste alto, te podrás "escapar" a otra cárcel donde haya un alcaide que te guste más.

La siguiente alternativa sería un Estado descentralizado por regiones, más o menos como un modelo federal o de tipo parecido (el autonómico de España estaría en este grupo). Aquí tu vida se ve dominada por dos alcaides: el primero (nacional) sigue siendo un oligopolista que influye en una parte con la que tienes que tragar como en el Estado centralizado, y luego hay un segundo que controla el resto. Como el flujo migratorio es menos difícil dentro del país que si tienes que irte fuera, podríamos decir que hay una gran cárcel con muros altos y luego secciones con muros algo más bajos que sí puedes saltar aún con coste pero menor. Hemos mejorado algo: una parte de tu vida la tienes bajo la bota del oligopolio central y solo eliges entre unos pocos que tienen la ventaja sobre el ciudadano, pero al menos en otra puedes elegir entre el oligopolio de tu región y los oligopolios de otras regiones (con lo que en la práctica, aunque solo en los asuntos descentralizados, hay más cantidad de posibilidades). Si en tu región hay cinco partidos y en la región de al lado hay otros cinco, al final eliges entre 10 si estás dispuesto a mudarte (lo cual sigue siendo costoso pero menos que irte a otro país). Bueno, aún somos esclavos pero un poquito menos.

Subiendo un escalón en cuanto al beneficio de los ciudadanos estaría el mismo estado regional, pero confederalizado*: es decir, quitarle al alcaide nacional prácticamente todo el poder sobre tu vida (dejando para el Gobierno confederal solo unos temas muy básicos como relaciones exteriores, defensa y cosas así) y dárselo a los alcaides regionales que, salvo para esos asuntos comunes, serían a todo el resto de los efectos como países independientes pero con la particularidad de libertad de circulación completa (eliminamos la parte legal de los muros de la mini-prisión). En una confederación los muros exteriores del país no cambian (esto hay que aceptar que es así, irse a otro país siempre va a ser más difícil) pero al menos estamos añadiendo competencia interna, y por tanto poder para los ciudadanos, porque para más aspectos de tu vida puedes elegir entre más alternativas en la práctica sumando las políticas y las geográficas.

(* La confederación implica otras cosas en cuanto a la naturaleza de su constitución, pero no estamos en eso en este post)

Si tenemos claro que la competencia da poder al consumidor (al ciudadano) quitándoselo a los tipos del oligopolio, del despacho y de la moqueta, el siguiente paso lógico es buscar que las regiones estén lo más fragmentadas posible: que haya muchas fracciones o llamémoslas "provincias" pequeñitas en lugar de unas pocas grandes, porque así conseguiremos tres cosas: primero, que no haya regiones demasiado poderosas que puedan influir en las demás o afectarlas de ninguna manera (y la competencia sea libre de verdad); segundo, que la frontera con la provincia de al lado te quede muy cerca con lo que el coste de la mudanza sea muy bajo (no es lo mismo mudarte a 300 kms que a 50 y no tener ni que cambiar de trabajo porque puedas ir todos los días desde allí); y tercero, que haya el máximo posible de opciones en la práctica para elegir.

Hay otras opciones y de hecho ninguna de las que he repasado aquí es mi favorita; pero en fin, sin entrar todavía en cómo gobernar cada porción, de esta lista la más beneficiosa para los ciudadanos (y menos para los políticos) para mí claramente es la confederación provincial, cuanto más atomizada mejor.


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