Modelos de verdad



Esto de ser masajista conlleva que uno tiene acceso a intimidades de la vida de la gente que los demás no conocen; entre todo eso lo más evidente es el aspecto físico. Siempre les digo a mis amigos que, aunque no lo parezca, de lo que la gente parece con ropa a lo que hay al natural hay un mundo... Todo el mundo vestido se ve muchísimo, y cuando digo muchísimo quiero decir muchísimo, mejor del aspecto real de su cuerpo: sé que es difícil de creer, pero confíen en mí que me he pasado un montón de años viendo a personas primero vestidas y después desnudas como son de verdad. Ni con bañador, ni con bikini, ni siquiera con tanga: ¿a ustedes les sientan igual todos los bañadores, los bikinis o los tangas? Pues eso. Todos elegimos las prendas que nos sientan bien, que tapan esto o realzan aquello, es así.

De manera que normalmente tenemos una visión de los demás muchísimo mejor de lo que es en realidad, así que cuando nos miramos tal cual en el espejo es inevitable pensar que estamos peor que la mayoría... Por cierto, sobre la foto de más arriba déjenme decirles que el 80% de las mujeres están entre las dos de la derecha -para las que seguro que también han elegido prendas que mejoran su silueta, por cierto-.

Y encima los mensajes públicos de la sociedad falsean completamente y sin ningún tapujo la realidad: eligen modelos que se salen totalmente de lo normal y de las que hay una entre diez mil, y además recurren a todo tipo de trucos (iluminación, retoque informático, lo que sea) que las acerquen a ese ideal que ya les digo yo con toda mi experiencia que no tiene nada que ver con el ser humano de verdad...



Hace un par de años, por ejemplo, estuve haciendo masaje a un grupo que se dedicaba a hacer fotos para revistas de alto nivel; recuerdo el primer día que me llamaron para darle masaje a una modelo que llegaba de Brasil con jet-lag y necesitaba descansar, así que me fui para su hotel esperando encontrarme poco menos que con una diosa del Olimpo. Llamé a la puerta y me abrió una chica que, aparte de ser delgada, podría ser la hija del panadero de la esquina; mona, vamos, pero nada más. Por supuesto no dije nada pero me sorprendió, y más cuando me enseñó algunas de sus fotos en una revista: ¡estaba totalmente cambiada! La de las fotos era una supermodelo impresionante... después de haber pasado por las manos de una peluquera, dos maquilladores, dos estilistas que elegían las prendas, un iluminador y un fotógrafo profesional que según me contó sacaba de media unas 3.000 fotos por sesión para elegir las tres que yo estaba viendo. A mí me ponen semejante infraestructura y me eligen una foto de cada mil y también salgo estupendo, oigan.

Yo hago fitness, me mantengo en buena forma y soy el primero que defiende la disciplina y el trabajo duro para estar "top"; ni me valen las excusas para mí ni me tomo en serio a las de quienes se las dan a sí mismos para justificar las horas de planchar el culo en el sofá comiendo hamburguesas. Pero una cosa es eso y otra obsesionarse o frustrarse: hay que trabajar por nuestra propia salud y bienestar, también por la buena sensación de vernos atractivos, pero no compararse con nadie por nuestro aspecto ni creernos lo que nos viene de fuera. Porque, háganme caso, es mentira: trabajen por sí mismos y olvídense del resto...

(Vía Photoshop Disasters)

10 comentarios:

  1. Comparto contigo Mandelrot, verdaderamente la imagen de la mujer cada vez se distorsiona mas espermos que poco a poco la mujer recupere su dignidad..saludos

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  2. Si este engaño al menos sirviera para que todo el mundo se esforzara por estar muy bien según sus modelos y eso redundara en la salud colectiva, pues sería un mal con alguna consecuencia positiva; pero ¡es que encima los índices de obesidad son cada vez peores!

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  3. En mi opinión, lo que consigue ese merchandising del cuerpo 10 es retroalimentar la frustración de las personas por no alcanzarlo. Cierto es, y comparto contigo, que la disciplina y el trabajo nos pueden servir para acercarnos a ese rango de "tops" (que por cierto no me gusta nada el término) pero no hay que olvidar que hay cosas que por constitución genética nos vienen dadas, y que el no poder cambiarlas puede conducir a un estado de frustración grave en personas fácilmente influenciables por su entorno.
    Creo que los índices de obesidad van un poco en ese sentido..

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  4. Sí, totalmente de acuerdo; además nuestro propio sistema económico se basa en crear necesidades (frustraciones) en el consumidor para que intente satisfacerlas pagando por la ropa que te sienta bien, por el sueño de parecerte al modelo que tienes en la cabeza, o por seguir su tendencia... ¿Que luego la gente vive frustrada, como tú dices? ¡Ah, pero eso no afecta a nuestra cuenta de resultados!

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  5. Grande Mandelrot!

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  6. aguante ser como uno es! las flacuchas que se matan a dieta viven deprimidas, hay que comer de todo en cantidades normales para no perder la salud y ya!

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  7. La vida sana (alimentación y ejercicio) se nota en quien la lleva, igual que se nota quien no la lleva; y no me refiero sólo al físico...

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  8. Hola,estoy alojada en ibiza por cuestion de estudios y trabajo,opino que lo mejor es la gimnasia mas alla de quemar calorias y hacer una dieta,te hace sentir bien y te da un energia tremenda para tu autoestima,muchas cosas no comparto con la sociedad al respecto,de que hay negocios que solo venden prendas para flacas talles chiquito,eso es una forma de discriminar a las gorditas,eso hace que estas personas con sobrepeso tomen productos de propagandas que piensan que son milagrosas,y con el tiempo les hace una reaccion adversa. Nosotros la sociedad somos culpable a que pasen estas cosas.

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  9. Es cierto, por eso yo hablo siempre de "vida sana" en general: nuestro cuerpo refleja la vida que le damos, una buena imagen vendrá después pero primero hay que preocuparse por estar bien por dentro y por fuera...

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