Cómo hacer deporte y hacerlo bien (1)

Irónicamente, la razón por la que escribo este post es por vagancia: como he tenido que repetir todo esto mil veces (normalmente no sirve para nada porque nadie me hace caso y todo el mundo lo acaba dejando) a partir de ahora cuando me vuelvan a preguntar cuestiones relacionadas con el tema podré contestar con una frase: "todo lo que quieres saber está ahí".

Empiezo por el planteamiento general y que vale prácticamente para cualquier actividad. ¿Cómo hacer ejercicio correctamente? En seguida les daré algunos puntos clave, pero antes de nada se lo resumo en una palabra: PLANIFICACIÓN. La principal razón por la que prácticamente todo el mundo que empieza con algún deporte lo acaba dejando al poco es porque ni sabe lo que quiere, ni cómo conseguirlo, ni cuánto sacrificio le va a costar. Uno va a correr porque "es bueno", porque quiere "estar en forma" u otras razones parecidas, o bien se apunta en el gimnasio porque quiere quitarse chichas para el verano; y luego resulta que no tiene tiempo, o energías, o motivación, o aparece cualquier excusa que le haga renunciar. Después de esto viene la famosa frase que yo en mi trabajo he oído un millón de veces, "tengo que ponerme", y quizá determinadas ocasiones (vacaciones, fines de semana) en las que uno hace algo sin ton ni son para luego volver a la vida sedentaria; por cierto, esto puede ser perjudicial para la salud.

En fin, vamos con una correcta planificación del deporte para los que se lo propongan en serio: ¿qué tener en cuenta antes de empezar?

1) Definir nuestro objetivo. ¿Qué queremos conseguir?

"Estar bien" o "en forma" es un buen propósito, pero para hacerse un plan efectivo no es suficiente y hay que ser un poco más concretos. ¿Queremos adelgazar? ¿Mejorar una capacidad física determinada? (Fuerza, resistencia, velocidad, etc). ¿Recuperarnos de algún accidente o problema? ¿Liberar estrés? ¿Sacar músculos o definirlos para que estén bonitos? Cualquier cosa que hagamos por supuesto influirá más o menos en nuestra condición general, pero cada actividad influye especialmente en uno o varios aspectos así que tenemos que definir cuáles son prioritarios.

2) Informarnos sobre los diferentes medios (deportes, tipos de ejercicio, alimentación, etc) mejores para lograr nuestras metas.

Fundamental. La información nos ahorrará un montón de horas de trabajo poco efectivo para lo que queremos, dará más eficiencia a nuestra actividad y nos permitirá lograr más rápido nuestros objetivos. Cuando yo empecé a hacer fitness hace diez años -sin tener ni idea de nada, sólo tenía disciplina- entrenaba doble sesión 7 días a la semana pensando que más era mejor; ahora entreno 90 minutos en total (media hora los jueves y una hora los domingos) y les aseguro que si me ven se asombrarían de que se puedan conseguir estos resultados tan llamativos con tan poco... Pero claro, es que ahora lo tengo todo superestudiado y he pasado más horas leyendo que levantando pesas.

Para pensar en la efectividad de un ejercicio tenemos que pensar en el tiempo y en el esfuerzo que tenemos que invertir. Si haciendo un ejercicio X tengo que estar 5 horas a la semana para ver el mismo resultado que con el ejercicio Y consigo en 3, está claro que el segundo es mejor para ese objetivo en concreto. ¿Qué ejercicios son efectivos para qué cosas? Cada persona es un mundo y querrá lograr distintas metas: en general y sin entrar en explicaciones les diré que para todo lo que sea moldear la imagen no existe nada ni remotamente comparable al fitness/pesas (esto incluye adelgazar, sacar volumen muscular, definirlo, lo que quieran) y que si eligen otra actividad (correr, bici, etc) pensando en este objetivo tienen que buscar ejercicios de mucha intensidad y poco tiempo (por cierto, las abdominales son MUY POCO efectivas para reducir cintura y marcar abdomen aunque muy buenas para quienes tienen problemas de espalda). Si quieren mejorar su condición atlética general puede ser que les convenga más algo como correr o nadar medias o largas distancias, bici sin explotarse pero haciendo más kilómetros, etc. ¿Están estresados de estar todo el día encerrados en la oficina y quieren respirar un poco? Todo lo que sea al aire libre. ¿Tensión retenida? Algunas artes marciales, yoga...

3) Contrastarlos con nuestras posibilidades. De los deportes que nos sirven, ¿cuáles son compatibles conmigo o con mis circunstancias?

Plantearse ir a nadar si la piscina más cercana está a 200 kilómetros de su casa es inútil, claro. Busquen algo que les guste, que estén toda la semana deseando hacerlo y que si un día se lo saltan lo echen de menos; si lo ven como un castigo y tienen que recurrir a toda su disciplina porque en realidad para ustedes es un asco tarde o temprano -normalmente temprano, a la primera excusa- se cansarán y lo dejarán. Que les sea fácil y no suponga gran trastorno: por supuesto superar nuestros límites cuesta un trabajo, pero siempre es más razonable irse a un gimnasio que nos queda a cinco minutos de casa que pasarse veinte conduciendo y aparcando en el parque donde pretendemos irnos a correr. En fin, conózcanse y decidan.

4) Valorar la inversión que vamos a tener que hacer (en todos los sentidos: tiempo, dinero, sacrificios) y si nos compensa para lo que queremos.

Aquí hay una clave importantísima. ¿Estamos dispuestos a sacar una serie de horas a la semana para dedicarlas al deporte? ¿Realmente estamos dispuestos a sacrificarnos para quitarnos la barriga o las cartucheras? ¿Cuánto lo queremos y cuánto estamos dispuestos a invertir? Sean sinceros consigo mismos porque engañarse no les servirá de nada... Yo sé que podría mejorar si en lugar de hora y media a la semana me machacara el doble, o el triple; pero mi objetivo es hacer algo que sepa que puedo mantener para siempre. Si me meto en el gimnasio dos horas diarias tarde o temprano me ahogarán las ocupaciones, o el sacrificio será tan grande que superará a mi disciplina según pasen los años y cada vez me cueste más... Pero hora y media semanal no es nada, tengo unos resultados con los que estoy contento y digamos que he llegado a un equilibrio razonable que honradamente creo que es lo máximo que me puedo comprometer conmigo mismo a invertir. Hagan su cálculo personal: si miran las cosas fríamente descubrirán qué quieren de verdad, se ahorrarán decepciones o quizá incluso ganarán una motivación que no sabían que tenían...

Aunque esta reflexión previa parezca obvia para hacer cualquier cosa que uno se plantee en serio en la vida, el caso es que -al menos con el deporte- nadie lo hace. Y claro, luego pasa lo que pasa. Por cierto, autoengañarse diciendo "siempre es mejor hacer algo que nada" no cuela; vamos, si se siente uno mejor consigo mismo pues estupendo... Ya puestos, pulsar el botón del mando a distancia siempre será "mejor" que no pulsarlo, masticar la pizza siempre gastará más calorías que recibirla triturada de la picadora, y si uno se pone a buscar excusas siempre encontrará algo que le haga feliz; pero el ejercicio en serio, el que sirve para algo, mejora la condición física del individuo y tiene algún beneficio real a largo plazo, no tiene nada que ver con este tipo de razonamientos.

En fin, aquí tienen algunas preguntas que hacerse si en algún momento toman la decisión de hacer ejercicio. Lo dejamos aquí por hoy para que tengan tiempo de pensarlas, y pronto seguiré con la segunda parte: el deporte en la práctica.