Cómo hacer deporte y hacerlo bien (2)

(Link a la primera parte)


Vamos a dar por hecho que ya tienen claros los cuatro pasos anteriores y están decididos: se han marcado un objetivo que quieren conseguir y que está dentro de sus posibilidades, han elegido una actividad física que se adapta a ustedes y se disponen a empezar. Todo eso es lo básico, pero ahora empieza la parte dura de verdad... Seguimos con los puntos clave:
5) Primero se trabaja la mente, luego el cuerpo.
Cuando uno empieza a hacer deporte tiene dos barreras que superar: la física, vamos a someternos a un "castigo" que está más allá de nuestros límites de esfuerzo habituales; y la psicológica, porque el ejercicio aún no ha sido incorporado a nuestra vida cotidiana como un hábito más de los que forman parte de ella. Si empezamos a machacarnos desde el principio nos encontraremos con el agotamiento lógico de la última paliza, y además cuando se vaya acercando nuestra siguiente sesión deportiva encima tendremos que luchar contra nuestra mente para salirnos de la rutina a la que estamos acostumbrados y ponernos a hacer algo que sabemos que va a ser un sacrificio.

Por eso al principio tienen que olvidarse del cuerpo. Primero tienen que crear hábito de deporte, para que igual que uno se ducha, se afeita, come, trabaja y hace mil y una cosas más sin pensarlo, su rato de actividad sea una parte más de su tiempo y su mente llegue a pedírselo o a extrañarlo si no lo tienen. En esta fase el esfuerzo tiene que ser muuuuuy fácil y si es posible divertido, hay que evitar el sufrimiento e incluso les diría que está muy bien la sensación de "parece que no estoy haciendo nada". No se preocupen que ya les va a tocar machacarse más adelante y echarán de menos esta sensación... ¿Cuánto tiempo dura esta fase? Cada persona es distinta, puede ser un mes o puede ser un año (o lo que sea); pero cuando llegue el momento en que les molesta saltarse su entrenamiento igual que les molesta saltarse la ducha ustedes lo sabrán.

Éste es el punto en que su mente empieza a ser su aliada. Si encima que uno tiene que sacrificarse para sufrir con el cuerpo resulta que la mente nos dice "esto es insoportable", "vaya paliza", "otra vez me toca", "a ver si se me ocurre alguna excusa", etc, nos encontramos con dos problemas a la vez que juntos suelen ser insalvables; pero cuando los hemos dividido el primero (la mente) se ha hecho mucho más llevadero porque realmente no nos costaba casi nada superar cada sesión, y ahora que la hemos domesticado y trabaja para nosotros se convertirá en una herramienta poderosísima para afrontar el segundo (el cuerpo). Ahora sí: recuerden que tenemos un objetivo que hay que conseguir, o sea que hay que empujar nuestros límites actuales hasta llevarlos hacia donde queremos. Si se quedan haciendo un ejercicio que pueden superar es que se han estado moviendo en su pequeño recinto sin agrandarlo... Recuerden que no estamos haciendo deporte porque sí, sino para conseguir algo que nos hemos propuesto.

Tienen que llegar hasta esos límites y cuando crean que ya no pueden más empujarlos un poquito más; parece una paradoja, pero es que nuestro cuerpo siempre puede llegar un puntito más de lo que nos dice nuestra mente (nos "miente" para protegernos). Así que su trabajo, ahora que tienen hábito deportivo y necesitan el ejercicio, va a ser machacarse hasta que crean que ya han llegado a lo máximo que podían para hoy... Y entonces obligarse a un último esfuerzo que les haga decirse a sí mismos "vaya, parecía imposible y al final lo he hecho". ¡Ya verán qué buena es esa sensación!
6) Pensar a largo plazo pero tener metas intermedias asequibles.
Métanse en la cabeza que, salvo que su objetivo sea competir en una fecha concreta o entrar en el pantalón del año pasado para llevarlo en la boda de su cuñado el mes que viene, el deporte es un trabajo en el que hay que olvidarse del calendario y de la báscula. Quítense esa presión de encima y piensen en lograr resultados para su vida en general, ¿qué más da llegar a ese nivel concreto dos meses antes o después si estamos hablando de estar como quieran para siempre?

Eso sí: cuando uno se aplica a un trabajo y tiene que recurrir a la disciplina para no dejarlo a las primeras de cambio, esforzarse sin una pequeña ayudita moral alguna vez es mucho más difícil. Sin marcarse fechas concretas (eviten esto a toda costa) pueden pensar cada vez en un pequeño miniobjetivo que sea su próximo paso... Tienen que ser pequeños retos, nada demasiado difícil como para que se desmoralicen viendo que les ha quedado grande; y cuando lo consigan la recompensa de la sensación les impulsará a ponerse otra meta pequeñita un poquito más allá. Recuerden: no se disparen, siempre paso a paso...
7) Respetar la alimentación y el descanso
Cuando trabajaba como masajista deportivo me encontré un millón de veces con atletas -normalmente de competición pero no siempre- que sobreentrenaban, no guardaban los descansos mínimos necesarios para que su cuerpo se recuperara de cada sesión de entrenamiento, o incluso cuando estaban enfermos o lesionados seguían machacándose sin poder parar (esto último me ha pasado a mí también). Independientemente de cuál sea su objetivo personal con el ejercicio, nada puede estar por encima de dejarse su salud en el empeño: yo sé tan bien como nadie lo adictivo que puede resultar el deporte, a veces hay que tener más disciplina para no entrenar que para sí hacerlo, pero es que no vale la pena destrozarse o castigar el cuerpo para luego pagar las consecuencias en el futuro. Llevar una vida sana incluye también dormir las horas que uno necesita y parar unos días cuando vean que tienen que hacerlo; obsesionarse no les conducirá a nada bueno.

¿Y qué decir de la alimentación? Pues sólo dos cosas: intenten comer sano y evitar la basura -no hace falta que les dé muchas explicaciones al respecto, todo el mundo sabe lo que es bueno y lo que es malo- y NO HAGAN DIETAS ni se vayan a entrenar con el estómago vacío. Desayunar fuerte y variado, repartir la comida en varias tomas a lo largo del día y nunca pasar muchas horas sin probar bocado, y si les es posible comer algo 2-3 horas antes del deporte será estupendo porque tendrán combustible que quemar para rendir mejor. Si quieren infórmense que en Internet hay mucho que ver, pero tampoco se obsesionen; conózcanse a sí mismos y descubran qué es lo que les va mejor para ir progresando sin dejar de encontrarse bien.
8) Algunos consejos
Calentamiento y estiramientos: uno de los fallos más típicos y que más problemas ocasiona a largo plazo. Infórmense sobre lo que necesitan para su actividad concreta, pero no se los salten por nada ni escatimen tiempo o dedicación a estos complementos absolutamente necesarios del ejercicio; les protegerán de lesiones y otros problemas, mejorarán su rendimiento y les ayudarán a conseguir sus metas más fácilmente, y lo notarán en su vida en general.

¿Entrenar solo o acompañado? Yo he leído por todas partes que es mucho mejor hacerlo con alguien por el extra de motivación que supone; y si uno hace algún deporte de grupo pues no tiene más remedio que contar con otras personas. En mi experiencia he comprobado que, aunque parezca una ayuda, cuantos más eslabones tenga una cadena más fácil es que uno se rompa; por ejemplo, si vamos a jugar al tenis con un amigo y éste nos falla tendremos la excusa perfecta para no hacer nada nosotros ese día (porque tampoco tenemos el hábito de hacerlo solos). Recuerden lo de domesticar la mente: luchar obligándonos a hacer algo a lo que no estamos habituados es mucho más difícil. En fin, es simplemente una opinión contraria a lo que dice prácticamente todo el mundo, ustedes verán.

Hacer variaciones en la actividad deportiva: si uno de sus objetivos es "estar en forma" en general, cambiar de vez en cuando de deporte es de lo mejor que pueden hacer. El cuerpo se adapta demasiado bien a todo, y cuando nos especializamos en algo muy concreto puede que nos estanquemos fácilmente o desarrollemos una capacidad física pero en general tengamos muy descuidadas las demás. Aunque en mi opinión al principio lo mejor es ceñirse a la rutina y no dispersarse, al menos hasta que la mente esté absolutamente domesticada y ya estemos consiguendo algunos miniobjetivos parciales, a partir de ahí cuanto más abramos nuestro rango de acción más notaremos beneficios en nuestra vida diaria.

Y termino con lo que para mí ha sido la clave más importante para mantener la disciplina. Por mucho que les guste el deporte y disfruten lo que están haciendo, habrá muchísimos días en que dirán "hoy no tengo ganas", "estoy cansado", "debería pero...", "uf, otra vez" y mucho más; ya verán que la tentación de dejarlo para otro día es tremenda... Yo tengo dos ayudas que me funcionan a la perfección: la primera es ser consciente de que cuando uno abandona algo tiene que haber una primera vez que se deja ir; si aguantas ese primer día no habrá un segundo, y no lo dejarás. Y la segunda ayuda es, como de manera indirecta he dicho antes, dividir los problemas que parecen muy grandes en otros más sencillos: si levantarse del sofá, vestirse, ir al gimnasio y ponerse a entrenar se me hace muy cuesta arriba, me centro en levantarme del sofá y luego ya veremos lo que viene después. El hecho simplemente de ponerse de pie no es tan difícil, ¿verdad? Y parece mentira, cuando uno ya está arriba entra el "piloto automático" y todo lo demás viene solo. Espero que les funcione...

Ya lo saben: si realmente quieren hacer algo nada puede impedírselo. ¡Ustedes pueden conseguir todo lo que se propongan!

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