Las relaciones humanas, resumidas en una imagen


(Bizarro, humor súper inteligente -aunque en inglés-)

Aunque en mi "exilio internetero" estoy prácticamente desconectado y apenas puedo ver mi email en el móvil y poco más porque tengo velocidad de conexión de los años 90, siempre que tengo oportunidad de sentarme ante un ordenador con banda ancha hay unas pocas webs que compruebo para que no se me pase nada de lo que hayan podido publicar en mi ausencia. Casi todas son webcómics: Pooch Café, Garfield, Dilbert, Wumo, C&H... Estas y algunas otras que además les he mencionado muchas veces cuando traían contenidos que quería compartir con ustedes. ¿Por qué sacrifico otras páginas interesantísimas y con contenidos más freak serios y probablemente enriquecedores y me he quedado con estas como imprescindibles? Pues porque sé que cuando vuelva a la vida online podré seguir con toda la información sobre temas científicos, economía, política, historia, arte y demás cosas que me llaman la atención, como quien se ha saltado algunos capítulos de un culebrón pero retoma el hilo en seguida y no pasa nada. Puedo saltarme lo que es la parte de formación y continuarla cuando pueda en el punto en el que esté en ese momento la actualidad sin perder prácticamente nada, pero si me salto los minutos de placer que me dan en este caso los webcómics serán instantes de felicidad perdidos sin más. No sé cuándo o en qué condiciones podré ponerme en el futuro a repasar las tiras cómicas viejas que habré dejado de ver, así que por si acaso si tengo que elegir qué asegurar apuesto por sentirme un poquito mejor antes que por ser un poquito más culto.

Por otra parte, y ya que no sé cuándo volveré a entrar al blog, ¡muchas gracias por las felicitaciones de cumpleaños! (Y más gracias aún a los que no me han felicitado ahorrándome el trámite). Esta noche como excepción a mi vida de trabajo total me voy a escuchar música en vivo (una big band que parece que hace música de Sinatra, Michael Bublé y por el estilo: la cosa promete) así que mañana me espera un larguísimo día de sufrimiento por la falta de sueño. Pero "sarna con gusto no pica"... ¡Hasta la próxima!