Una sorpresa... para mí

La verdad es que hace un par de días, cuando estrené esta nueva etapa de Mandelrot, pensé en algo simplemente para un par de amigos; no esperaba que realmente le interesara a nadie más, de hecho mi única "campaña publicitaria" consistió en mandarles un email el día que todo estuvo listo. Ni avisé a otras personas, ni de hecho se lo he dicho a otras con las que tengo contacto diario... Nada.

Así que entenderán mi sorpresa cuando hace un rato he entrado a echar un vistazo a la "sala de máquinas" de la web para comprobar que el sistema funcione sin problemas, y me he encontrado con esto:

Teniendo en cuenta que yo esperaba tener unos diez o quince visitantes habituales (mis amiguetes, vamos) de los cuales a lo mejor se suscribirían tres o cuatro, yo creo que sin anunciarlo por ninguna parte en dos días encontrarme con 126 personas suscritas es un auténtico éxito... Por cierto, aprovecho para recomendar a los lectores que no tengan RSS la suscripción por correo: funciona estupendamente, los días que hay nuevas entradas te levantas por la mañana con un email en tu buzón que incluye todas las novedades, y si no las hay no recibes nada. Fácil, gratis y más cómodo imposible.

Quiero hacer especial mención a lo que está pasando con una entrada que está resultando algo especial, "Lo que nadie te dice cuando te han dejado", porque esto sí que ya supera todo lo que jamás hubiera podido haber imaginado. Si echan un vistazo a los comentarios de esa entrada verán que he puesto un link a un foro en el que hablan de ello; no me refiero al tema que yo trato ahí, sino que crearon una discusión especialmente ¡sobre lo que yo había dicho sobre el asunto! Y si van a visitarlo quizá se asombren tanto como yo al ver los comentarios que dejan los participantes. No es la única página por el estilo (yo en este momento conozco cuatro, supongo que habrá más), aunque sí la más activa por lo que he podido comprobar. Ya que les hablo de esto, la versión de prueba del libro ya está terminada -después de muchas horas de trabajo de edición, por cierto- y en el momento de escribir estas palabras espero a que me llegue un ejemplar a casa para comprobar que no haya fallos y poder por fin anunciar que está disponible para todos; me lo estoy tomando en serio, créanme...

En fin, ¿qué puedo decir? Ni hago esto por dinero, ni por influir en nadie, ni por nada que no sea el placer -que es mucho- de compartir cosas que me gustan o me parecen interesantes con ustedes. Semejante respuesta me... No sé cómo expresarlo, la verdad. Me parece fantástica, y tengo que agradecérselo de todo corazón. Espero simplemente que sigamos pasándolo bien juntos compartiendo cosas que nos enriquezcan y nos hagan la vida un poquito mejor. Gracias.