Sudor

Hace tiempo tenía este vídeo en el archivo, pero no lo he publicado hasta ahora porque sé que este tipo de mujeres superatletas no les gustan a nadie más que a mí; un amigo suele bromear diciéndome "menos mal que existen hombres como tú, si no estas pobres chicas estarían siempre solas"... En fin, como nota divertida les puedo contar que cuando vi esto en Facebook mi comentario fue "ha sido terminar de ver el vídeo y entrarme unas ganas tremendas de fumarme el cigarrito de después"; sé que estoy solo en esto, pero para mí si les quitamos a las chicas los tres kilos de maquillaje y esas uñas de película porno lo que hay debajo a mí me parece La Perfección (así con mayúsculas). Háganme un favor: si alguno de ustedes se cruza alguna vez con alguien así -suponiendo que estas mujeres existan de verdad en el planeta Tierra- háblenle de su colega freak Mandelrot y pídanle el teléfono, ¿quieren?

Pero todo esto no tiene que ver con el tema real que les quería comentar. Vean primero el vídeo y luego voy al asunto:


Link para ver el vídeo

Ahora vienen las dos ideas que quería compartir con ustedes.

La primera: ¿Recuerdan La belleza según Lanzarote? Cuando yo veo a estas chicas machacándose hasta reventar veo a dos personas que no tienen límite, que son capaces de esforzarse para conseguir sus metas, que no se rinden, que no se limitan a soñar mientras planchan el culo en el sofá, que tienen disciplina, constancia, que sueñan y que saben que los sueños no son gratis. Como Lanzarote, para mí esto no representa simplemente la belleza física sino una serie de cualidades personales que hay detrás y que están mucho más allá de lo que yo veo todos los días en las personas que tengo a mi alrededor. A unos les gustará destrozarse en el gimnasio, a otros pasarse miles de horas escribiendo libros o un blog, a otros aprender música, a otros lo que sea; pero aquí tenemos simplemente un ejemplo de lo que (para mi gusto) hace la diferencia entre una persona más o menos deseable. No es simplemente el aspecto que tenga, es lo que hay que llevar por dentro para conseguirlo y que es lo que marca la diferencia entre una persona "normal" y los que se ganan el ser algo más.

Y la segunda: vi este vídeo gracias a Nikkita, que por cierto además de competidora de élite de fitness resulta que es stripper profesional. Empecé a trabajar con ella hace unos meses y gracias a su conexión de Facebook he estado teniendo bastante contacto con gente metida en el deporte nivel "pro", y lo que más me ha llamado la atención ha sido ver la relación que hay entre ellos: todo el mundo sube frases, vídeos, reflexiones y todo tipo de material de motivación, se animan unos a otros (¡hasta los que son rivales directos! Sorprendente), y ahí ves por todas partes gente sana y positiva apuntalándose entre todos para seguir cada día rompiendo sus límites y luchando por superarse. Olvidándonos de que sea concretamente el fitness o cualquier otra actividad en la vida, el caso es que la motivación que mueve a estas personas especiales no es mirar hacia abajo y decir "tengo que hacer algo para no estar peor" (ejemplo real: alguien que conozco que tiene la foto de una mujer muy obesa pegada en la puerta de la nevera), sino mirar hacia arriba y decir "eso es lo que quiero conseguir". La diferencia de mentalidad es total.

Cuando yo escribí El Viajero estuve cinco largos años robándole horas al sueño, sacando tiempo de donde no tenía, superando todo tipo de situaciones (en cinco años pasas por momentos de todo tipo, entre ellos por ejemplo dos cambios de trabajo que conllevaban cambios de isla)... Y todo porque tenía una idea en la cabeza, miraba hacia arriba y decía "eso es lo que quiero conseguir y me da igual lo que tarde y lo que me cueste". Cuando escribí ¿En quién confías? fueron ocho meses en los que me encontré también con bastantes dificultades y tuve que ingeniármelas para abrir boquetes en las paredes y seguir avanzando. Les podría poner mil y un ejemplos de cosas en mi vida que he conseguido a base de cabezonería, de mirar hacia arriba y decir "yo quiero eso y no me importa el precio"... Por ejemplo, el mes pasado estuve una semana con gripe: uno de esos días volvía del gimnasio (hecho polvo, con fiebre y el cuerpo fatal) y, aunque físicamente me arrastraba como un zombie, mentalmente me sentía imparable como si fuera el rey Leónidas y acabara de machacar a los persas en la batalla de las Termópilas. Ahora mismo estoy trabajando con disciplina y muchísima paciencia para mi próximo proyecto (que me llevará unos 2-3 años como mínimo) y TODOS los días paso al menos un par de horas trabajando en ello...

Sea como sea, yo no quiero ser una persona "normal". No quiero ser de los que ponen una foto en la nevera, o si la pongo que sea de cómo quiero estar y no de cómo NO quiero; no quiero ser de los que dicen "tengo que ponerme", ni "el lunes empiezo", ni los de "es que...". No quiero llegar al momento de morirme y mirar atrás y decirme "a lo mejor si me hubiera esforzado más habría conseguido hacer tal cosa que quería y que no conseguí". Lo tengo claro: luego el resultado podrá ser de conseguirlo o fallar, podré tener éxito o fracasar en que un proyecto me salga bien o no, pero por dentro quiero ser un ganador y darlo todo y más para conseguir lo que sea que pretenda.

¿Y ustedes? ¿Quieren vivir sus vidas mirando hacia arriba o hacia abajo? ¿Cuál es tu excusa?